Lección 5
Durante las últimas semanas hemos estado estudiando al hombre tal como es en su estado condicionado para poder ser conscientes de la condición real tal como es dentro de cada uno de nosotros, no con la idea de condenar ni justificar, sino simplemente para ser conscientes de lo que es. La idea, en general, de las Escuelas consiste en que el hombre sea consciente de lo que es, como es. La idea, en general, del mundo consiste en establecer ideales e ignorar lo que es y luchar contra lo que es a fin de convertir lo que es en el ideal de lo que debería ser. El hombre piensa que sabe más sobre lo que debería ser, en lugar de descubrir lo que es y así, tal vez, algo aparecería que resultaría en un hombre nuevo, no solo en uno remendado. En alguna parte dice que uno no puede remendar un vestido viejo con un pedazo de tela nueva porque la tela nueva rompería el vestido viejo y sería peor. Uno no puede poner vino nuevo en botellas viejas, porque el vino nuevo rompería las botellas viejas y todo se perdería. Hemos estado estudiando al vestido viejo y a las botellas viejas para poder saber algo al respecto.
Como preliminar para dar comienzo a otro nivel de trabajo, del que nos ocuparemos la próxima semana, vamos a iniciar esta semana por entender y observar por nosotros mismos la función de cada aspecto del hombre. En la imagen delhombre tenemos el Cuerpo Físico, la Conciencia, X y la Función. Ahora bien, si es posible, vamos a tomar estos cuatro aspectos del hombre y empezaremos a ver su función y su relación. Al parecer, jamás ninguno de estos aspectos funciona por sí solo. Se trata de una interrelación de cuatro aspectos o factores de un hombre.
Lo primero que intentaremos estudiar es a X. Vamos a tratar de ver cómo funciona X. Esto es una guía o un mapa de ruta para observar y tú debes realizar la observación. Vamos a ver si podemos observar cómo funciona X. X siempre hace lo apropiado para la información que recibe de la conciencia. Ahora esto no quiere decir que siempre hace lo apropiado, sino lo apropiado para la información que recibe de la conciencia.
Una vez en una institución para enfermos mentales se observó a una joven que tenía una idea ilusoria de que con frecuencia la habitación se llenaba de gas venenoso. Esta idea ilusoria se repetía una y otra vez por alguna asociación. Lo primero que ella hacía era subirse al taburete del piano. Esto hacia que su cabeza se mantuviera por encima de donde ella creía que estaba el gas venenoso. Cuando el gas llenaba la habitación hasta el nivel en el que ella tendría que volver a respirar, en su delirio, ella se subía a la cubierta del teclado del piano. Esto la mantenía a ella en una posición aún más elevada y cuando ella sentía que el gas venenoso llegaba de nuevo a su nariz, se subía a la parte más alta del piano con la cabeza casi hasta el techo. Cuando ella sentía que el gas llegaba hasta allí, ella perdía el conocimiento. La habitación se llenaba constantemente de gas, según ella, pero la demás personas permanecían sentadas. Ella no lo tomaba en cuenta, ella se encontraba en un hospital para enfermos mentales. Al cabo de unos momentos, ella se reanimaba y reanudaba su rutina acostumbrada hasta que esta idea ilusoria, en particular, se repetía. Lo que ella hacía, lo que X hacía para el ser, subirse al taburete del piano, luego a la cubierta del teclado y a la parte más alta del piano, era lo apropiado para la información que X recibía de esta conciencia engañada.
Ahora bien, es posible, que esto se tratara de un caso extremo, pero cada uno de nosotros considera que la manera de progresar en el mundo es quejándose, exigiendo derechos, complaciendo a la gente, y podríamos incluso observar que el único propósito de vivir es no ser perturbado. Mientras esta sea la información que le llegue a X, se hará lo apropiado para la información que se reciba. A medida que continuamos estudiando podríamos encontrar que se le proporcionaría a X una información diferente a la que siempre se le ha proporcionado. Entonces, por supuesto, habría un estado completamente diferente de ser. Además, X recibe como si fuera verdad toda la información que le proporciona la conciencia del hombre. Lo que la conciencia dice que es verdad, X opera sobre ello como verdad. Cuando la pobre joven reportaba que la sala se estaba llenando de gas venenoso y que se iba a envenenar o asfixiar, X lo aceptaba como si fuera verdad y llevaba a cabo la acción apropiada para tal información verdadera como parecía; la aceptaba como si fuera verdad. Por lo tanto, si decimos que el único propósito de vivir es no ser perturbado, X opera sobre ello. Si decimos que la manera de no ser perturbados es matar a alguien, X los mata. Si dijéramos que lo apropiado o que en definitiva, que la verdad al respecto es que deberíamos estar muertos a fin de estar mejor, X aprieta el gatillo que vuela los sesos.
La FUNCIÓN de la CONCIENCIA o Yo es función, no una cosa. La conciencia es simplemente una función de X, no una identidad o cosa separada. Tiene conciencia y por lo tanto puede ser engañada al hacerle creer que es una cosa. X genera la energía para cualquier acto que la función de la conciencia, Yo, dice que tiene valor o es bueno. Si uno considera que algo es verdad, pero que no tiene ningún valor para uno mismo, X no opera sobre ello; es que, simplemente, consideramos que no tiene valor alguno, o Yo, la conciencia, considera que no tiene ningún valor, por lo tanto, no se lleva a cabo ninguna acción al respecto. La función de la conciencia, estando 100% sujeta a la sugestión el 100% del tiempo, acepta ideas que son falsas como si fueran verdad, tales como las que hemos estado observando durante las últimas semanas. Esto establece lo que llamamos fragmentos de condicionamiento o no-yos, personalidades que realmente no son Yo, pero que están condicionadas a observar las cosas desde una perspectiva falsa.
Todo este condicionamiento tiene el efecto de poner a Yo en un sueño hipnótico en el que se identifica con los no-yos. Identificarse significa “tratar como a”. En otras palabras, estos fragmentos de información, de condicionamiento, que le llegan a X se tratan como si realmente fueran la conciencia o Yo y la verdadera conciencia se identifica con los fragmentos de condicionamiento y siente que todo es lo mismo. Es como si un cuerpo de inteligencia en un ejército se identificara con algunos agentes “de la quinta” y dijera, “Bueno, son como yo, están en el cuerpo de inteligencia”, y, por supuesto, todos ellos podrían dar reportes al general y el general actuaría sobre todo lo que recibiera del cuerpo de inteligencia, como si fuera verdad.
Otro pequeño paralelo: Es como si unos ladrones invadieran tú hogar y todos ellos utilizaran el teléfono en tu nombre. Podrían llamar a la tienda y hacer que enviaran cosas, cargadas a tu cuenta. Te podrían causar enormes dificultades sin que lo supieras, ya que podrían usar el teléfono en tu nombre. Cuando existe este estado, en el que Yo se identifica con los no-yos, X le proporciona energía al condicionamiento como si fuera Yo. Toda la energía humana proviene de X; toda ella es energía espiritual. Los no-yos, los fragmentos de condicionamiento, por supuesto, se debilitarían y no tendrían ningún poder, energía para expresar, pero Yo se identifica con ellos y los “trata como a”, y reciben energía de X.
Como paralelo: Supongamos que tienes un hijo o hija que cae en las manos de un hipnotizador. Y el hipnotizador hiciera que tu hijo o hija te llamara y dijera lo que el hipnotizador quisiera mientras que mantuviera a tu hijo o hija en un estado de sueño hipnótico y solo le dijera mediante la sugestión, “Dile a tus padres esto y lo otro,” que enviaran dinero. El dinero llegaría y el hipnotizador lo utilizaría. Tal es el caso de los no-yos.
Ahora bien, este condicionamiento de los no-yos, que recibe energía de X, equivale a la miseria y la desintegración del hombre. La lucha con respecto a la ilusión del ideal, auto-superación, culpar, lo cual da lugar a las guerras, peleas, etc., da como resultado y equivale a la desintegración del hombre. Hemos estado estudiando para familiarizarnos con ello. La forma de salir de todo ello es que Yo (con mayúscula), la verdadera conciencia, se deje de identificar con todo lo que uno posee, con todo lo que uno llama “mi”. Tal como mi opinión, mis pensamientos, mis sentimientos, mis actitudes, mi casa, mi todo, todo lo que uno posee, porque dependemos de lo que poseemos y dependemos de ello para que nos proporcione los ideales y nos desilusionamos cuando no es así. Cuando nos desilusionamos, nos sentimos heridos, buscamos culpar, y luego tenemos la cólera, la culpabilidad, el miedo, la inseguridad y un gran número de subdivisiones de esas emociones dañinas y desagradables. Así que la forma de salir de todo ello es que Yo, la conciencia, deje de identificarse con todo lo que dice poseer, todo lo que uno llama “mi”.
Ahora bien, esto resulta en un estado, en una situación en la que Yo observa el ser (el yo) como si fueras un viajante en una nave espacial de Marte y hubieras aterrizado aquí y observaras a un terrícola llamado, como te llames. Esta observación se lleva a cabo sin condenar o justificar, pero significa desidentificarse totalmente de este ser (el yo) condicionado. Ahora puedes ver por qué hemos estado estudiando el ser (el yo). En realidad no es algo con lo que uno quiere identificarse. Se encuentra en un estado de conflicto. Es “errar el blanco” en cuanto al propósito de vivir. Está utilizando métodos muy infantiles para tratar de lograrlo. Se desilusiona cuando el ideal del propósito de vivir de no ser perturbado no se logra. Así que tal vez el desidentificarnos del ser (el yo) hace que sea más fácil. El ser (el yo) es esa imagen del hombre que dibujamos con la decisión básica (decisión maestra) en la parte inferior, tres decisiones en un lado procediendo de una manera y tres en el otro lado procediendo de otra manera. Ahora Yo va a despertar y observar estos no-yos en su trabajo en cuanto a cómo reportan a X. Sin embargo, uno intercepta aquí. Y dice, vamos a utilizar el nombre de Juan para todos los hombres y de María para todas las mujeres, si eres mujer, entonces “María está haciendo esto y lo otro”. Pero en ese momento Yo está reportando a X y X no opera en el no-yo ni le da energía. “Yo observa que María está enojada”. “Yo observa que María esta celosa”, “Yo observa que María está tratando de salirse con la suya al quejarse; recurriendo a las lágrimas”. “Yo observo que María está tratando de salirse con la suya al exigir sus derechos, ella está bastante agresiva”. “Yo observo que María está culpando a Juan porque ella se siente atroz”. “Yo observo que María está culpando a Juan por no haber llegado a casa a las 4:05, y por lo tanto se siente desilusionada y se siente dolida”. Uno empieza a observar, desde una posición separada, todas las cosas que este condicionamiento está creando.
Lo hemos estado observando, tomando algunas notas, ahora nos vamos a desidentificar. Ya no es, “Yo estoy haciendo esto”, sino “Yo estoy observando a Juan o María haciendo esto”. A medida que observamos esto, empezamos a tener un sentido completamente diferente de Yo. Es el principio y solo el principio de un estado permanente llamado Yo. Yo ha estado saltando entre el que quiere quejarse y el que quiere complacer, el que quiere superarse, el inculpador, y de nuevo al que cree en las autoridades. No ha habido un Yo permanente, ha saltado por todas partes.
Ahora, este pequeño detalle de desidentificarse y empezar a observar el ser (el yo) no será posible el 100% del tiempo, pero se puede hacer considerablemente, cada momento que se le dedique es acumulativo y debilita a todos los no-yos.
Por lo tanto, ahora iniciaremos lo primero para salir del estado de ser condicionado y controlado, de ser mecánico, de tener cargas y estar agobiado por todas las cosas del pasado, al empezar a desidentificarnos del ser (el yo). Por consiguiente, el ser (el yo) posee cosas, pero Yo no poseo nada. El ser (el yo) tiene un vestido o un traje, una casa, opiniones. Juan tiene una opinión y está defendiendo esa opinión. María tiene sentimientos y sus sentimientos están heridos. Y Yo estoy reportando a X; Yo ha tomado el puesto que le corresponde. El hijo pródigo ha surgido del corral de cerdos en Egipto, lo cual representa todo el condicionamiento, y ha iniciado el regreso a casa. Aún le queda un largo camino por recorrer, pero ha vuelto a ser un siervo en la Casa del Padre.
Así que este es el comienzo del Yo verdadero y de observar a los no-yos en todas sus tretas. Le llamaremos el ser (el yo) o tú nombre. Yo observa al ser (el yo) hacer esto o aquello o Yo observo a Juan hacer esto o aquello. Ahora bien, esto resulta en que Yo es simplemente un observador y un reportero, sin condenar ni justificar en lo más mínimo. Yo acaba de asumir su tarea de observar y advertir lo que está sucediendo, y lo que es. Aún no está listo para comenzar a aplicar valores, esto se hará mas adelante.
Además, lo que Yo observa es el ser (el yo), Juan o María, o el condicionamiento o los no-yos. Hay una legión de ellos. Forman dos partidos, incluso pelean entre sí. Yo está observando a todos los no-yos o Yo está observando a Juan o el ser (el yo). Estos son términos intercambiables y se pueden utilizar en varias pláticas a medida que avanzamos, indistintamente. A medida que Yo, con mayúscula, observa las legiones de no-yos sin condenar ni justificar, X los deja inoperantes uno a uno.
En otras palabras, quizás te hayas preguntado, “¿Qué puedo hacer al respecto?” Muchos se han estado preguntado lo mismo cuándo observan estos diversos conflictos y fragmentos de condicionamiento. Lo único que uno puede hacer es observarlo y reportarlo. X hace el trabajo de dejarlos inoperantes. ¿Cómo lo hace? No lo sé. ¿Qué hace con ellos después de que los deja inoperantes? No lo sé. Sólo sabemos que dejan de ser condicionamiento y dejan de asumir y operar el cuerpo y el ser.
Es imposible que Yo, con mayúscula, que ha estado dormido, muerto o ciego, como muchas parábolas e historias lo describen, por tanto tiempo, de repente esté el 100% capacitado, por lo que Yo con frecuencia se dormirá. Pero cuando Yo despierta de nuevo, simplemente dice, “He vuelto al trabajo y estoy reportando a X”. Ahora, habrá una serie de no-yos acusadores, los no-yos de auto-superación que dicen, “Debes creer y hacer lo que te indiquen tus autoridades,” y forman una familia muy grande, ya que han habido muchas autoridades. Uno dice que debes ser diferente y todos ellos acusan a Yo por haberse dormido ocasionalmente, pero Yo no se identifica con ellos, no acepta sus acusaciones ni sus condenas y no les contesta. Se limita a reportar que hay no-yos acusadores que dicen que el observador nunca debió dormirse y X los deja inoperantes. Uno no contiende con estos no-yos. Yo es un observador y un reportero de X y nada más. No discute ni juega a las demandas con los no-yos. Sólo observa y reporta.
Hablaremos sobre ellos muchas veces. Pero si observamos que un no-yo saltará y tratará de hacerle pasar momentos difíciles a Yo porque de pronto despierta y se da cuenta de que no ha estado observando el ser (el yo) por varias horas o quizás días, quién sabe. Los trucos de los no-yos son muchos y muy encubiertos, incluso dan la impresión de que ayudan con el trabajo de enderezar a Yo. Simplemente observa a los muchos, muchos no-yos y desidentifícate totalmente del ser (el yo). Estoy observando a Juan y Juan está haciendo esto y lo otro. Juan se está enojando. Juan se está inventando una historia que va a contar para verse bien. Juan está culpando a María por hacerlo enojar. Yo observa todo lo que está sucediendo dentro del ser, como algo totalmente separado, y realmente es algo separado. Ha sido algo que se ha añadido. De ninguna manera es la persona real; es condicionamiento. Es un grupo de pinochos y Yo está reportando los pinochos a X.
¿Cuál es la función de la conciencia? Es ser, ante todo, un observador y reportar lo que es. Reporta lo que es verdad sin condenar ni justificar, simplemente reporta. Lo que hará más adelante es comenzar a aplicar su valor relativo. Nunca juzga. Sólo el ser (el yo) o el condicionamiento juzga. Juzgar indica que algo es “bueno” o “malo” de acuerdo a si me brindó o no comodidad o si produjo dolor. Expresa que algo es cierto o falso según lo mucho que esté de acuerdo con cierta opinión de un no-yo. El Yo, el observador real, la función de X, reporta lo que es y más tarde reportará su valor relativo. Pero en este momento se limita a reportar lo que es.
La función del cuerpo físico es ser un instrumento para la expresión de X. El cuerpo es una función de X, al igual que la conciencia es una función de X. Su función es la de expresar en actividad física lo que la conciencia dice que es verdad y tiene valor. El cuerpo es el instrumento de X, al igual que la conciencia. Su primera función es mantener el instrumento en existencia. X lo mantiene en un estado de reparación. Lo prepara para lo que la conciencia dijo que era la circunstancia actual. Si la conciencia reporta que existe un gran peligro porque alguien no está de acuerdo con ella, X lo prepara para luchar o huir y debe adaptarse a ello. Si la adaptación se considera como un peligro y no como el trabajo de X, entonces, de nuevo, se prepara para luchar o huir y esto gradualmente provoca el deterioro y el cuerpo se desintegra. Pero si Yo está despierto y es consciente y reporta, el cuerpo está funcionando, se está adaptando a tu adaptación. Está consumiendo la energía movilizada y detenida que alguna vez cuando Yo estaba dormido, uno de los no-yo te reportó que estaba en peligro. Entonces te das cuenta y todos los síntomas físicos desaparecen rápidamente y muy pronto el cuerpo está siendo completamente renovado.
Si le llega la información correcta a X de parte de Yo y si se desidentifica del condicionamiento, el cuerpo experimenta un rejuvenecimiento, es un hombre nuevo al igual que la conciencia. Es un hombre nuevo porque ya no está siendo utilizado para propósitos que ya no existen, que fueron reportados por un no-yo en el nombre de Yo a X. A medida que lo observamos, nos daremos cuenta cómo el cuerpo cambia por completo, a medida que Yo observa el ser y no se identifica con él. El ser posee casas, coches, opiniones, cuentas bancarias, puntos de vista, derechos, etc. Yo sólo OBSERVA. Yo soy una FUNCIÓN de X que observa el ser (el yo) y X deja inoperantes a los varios fragmentos de condicionamiento, uno a uno, según se observan y se reportan.
Uno no tiene que juzgar, condenar o justificar a los no-yos. X sabe que hacer al igual que sabe qué hacer si la casa está incendiándose. Uno lo reporta y X saca fuera al ser. Si uno escucha del cuerpo que se necesita agua y se le reporta a X, no dice que es bueno o malo. X se levanta, camina hacia la llave del agua o el refrigerador y vierte el agua y bebe, todos ellos acontecimientos milagrosos, si alguna vez se observan. ¿Sabes cómo caminar o simplemente eres consciente de que quieres ir a la puerta? Todo ello tiene lugar y experimentas el caminar, eres consciente del caminar. Si se dejara en manos de nosotros deducir que músculo mover en secuencia a fin de llevar a cabo el acto de caminar, no habría pasos.
Función significa llevar a cabo la obra de X en la conciencia, llevando a cabo la siempre cambiante serie de eventos que continuamente le dan al hombre todos los valores y alegrías de vivir cuando podemos reportar con exactitud. Cuando él ha sido tomado por usurpadores, y están hablando en su nombre, esa función muestra muy claramente que se le está reportando un error a X. X acepta como un hecho o realidad todo lo que le reporta la conciencia, ya sea que venga de un no-yo o Yo. Por lo tanto, conocemos razones muy excelentes para observar a los no-yos. Están hablando en tu nombre a la FUENTE DE TODA ENERGIA.
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