Lección 23
Mientras tengamos todo tipo de registros y en lo que se refiere a tradiciones, mitos e historias, la Enseñanza o trabajo siempre ha estado disponible para el hombre. Por lo general, ha sido en forma de paralelos, parábolas, cuentos de hadas, etc., cosas que cualquiera puede leer y puede o no obtener algo más que un poco de entretenimiento o podría haberlos encontrado incomprensibles o posiblemente la decisión numero 5, la que dice que el único propósito de vivir es no ser perturbado mediante el hecho de aparentar, dar la impresión de ser diferente, y utilizan estas ideas para mostrar un comportamiento diferente o una fachada. Ahora, siempre cuando la Enseñanza está viva, cuando hay un instructor activo a la mano, se utilizan los paralelos, pero además a determinadas personas se les dan determinadas instrucciones en cuanto a lo que se refieren los paralelos. Por supuesto, esto se llama Enseñanza de labio a oído. Estamos utilizando ese método en este momento a pesar de que lo estemos haciendo por medio de cintas grabadas, sin embargo, se trasmite por parte del orador a una persona, en particular, a quien se le da el significado interior de muchas de estas pequeñas historias y paralelos que se encuentran en muchos, muchos lugares. Uno puede tener a su disposición estos paralelos, los cuales tienen un significado tremendamente enriquecedor, uno que podría ser una fuente continua de instrucción para uno si uno entendiera el significado de las historias.
Se relata una historia de un hombre que vivía en Sudáfrica que tenía una pequeña granja en la que intentaba cultivar. Sin embargo, la tierra era tan rocosa e improductiva que finalmente el decidió irse a la ciudad y buscar fortuna y encontrar una manera más fácil de ganarse la vida. Después de varios años alguien que sabía sobre rocas pequeñas y varias otras cosas se encontró con esta granja en particular y encontró que las rocas, las que el granjero había maldecido y encontrado sin valor, eran diamantes. Fue el comienzo de la gran industria minera de diamantes de Sudáfrica. Si la historia es verdad o no, nadie lo sabe. Es una historia muy común e ilustra maravillosamente el hecho de que tenemos tantas cosas de gran valor para nosotros. Sin embargo, al tomarlas literalmente, como lo hizo el granjero que las tomó como rocas sin ver su estructura interior, su significado interior, uno pasa por alto mucho de lo que es de un gran, gran valor para el desarrollo del su estado interior, el desarrollo de un cuerpo espiritual.
La vida exterior es realmente una parábola del estado interior. Hay muchas de estas pequeñas historias que se relacionan con incidentes cotidianos simples, o describen algo que uno no ve. Hasta hace unos cuantos años el estudio del estado interior del hombre era tabú, lo había sido por muchos, muchos años. La razón se debe a que todas las llamadas escrituras espirituales y material espiritual cayeron en manos de las instituciones. Las instituciones insistieron en que el significado de todas estas parábolas era realmente el código moral y se relacionaba con el comportamiento exterior de uno. Su interés consistía en que las personas se comportaran de manera diferente, en ser, digamos, domesticados, que creerían y harían lo que se les decía, obedecerían y serían lo que se llama “buenos” en comparación con los ideales del mundo. Este fue el intento. Por lo tanto, cualquier esfuerzo por estudiar el estado interior del hombre se consideraba una herejía y estaba sujeto a penas severas. Por lo que se comenzaron a contar pequeñas historias que incluso podían trasmitir el estado interior de las mismas. Pudieron ser cuentos de hadas que hablaban de criaturas milagrosas, de una princesa durmiente, que algún tipo de príncipe volvía en sí y cuando la besaba se despertaba. O historias de personas a las que se les habían lanzado hechizos y creían que sufrían ciertas limitaciones, de maleficios que se les lanzaron por brujas, hechiceros, etc., y siempre algún tipo de príncipe aparecía y rompía el hechizo. Ahora bien, los considerábamos como cuentos de hadas y los niños los leían y los adultos rara vez veían algún valor en ellos.
Había un sistema completo de química llamado alquimia, que no estaba particularmente interesada en la química, sin embargo, se hicieron algunos descubrimientos y posiblemente estos sean el precursor de la química moderna, pero sus ideas en lo que respecta a la química eran absurdas. Lo que realmente intentaban hacer bajo la apariencia de hacer oro con una base de metal, encontrar el elixir de la vida, o formar algo llamado la piedra filosofal, era de hecho tomar a un hombre condicionado como base y convertirlo en un hombre completamente consciente y objetivo. Hicieron todo esto bajo los símbolos de la química, como se conocía en aquellos días antiguos. Otros grupos trataron de enseñar utilizando las herramientas y la formación de edificios, escuelas de edificios y las diversas formas de arquitectura; enseñaban bajo este símbolo. Mientras tanto, construyeron algunos edificios muy hermosos y maravillosos y muchos siguen en pie. Si uno sabe leer los diversos símbolos que colocaron en los edificios, uno puede leer las mismas cosas de la Enseñanza una y otra vez. También se utilizó muchas veces en las ideas agrícolas, que aquí estaba el paralelo entero de plantar, cultivar, cosechar, deshacerse de las malas hierbas y muchas otras cosas. La agricultura no es un tema popular para la mayoría de la gente hoy en día; estamos más interesados en la industria, la electrónica, etc. Así que, obviamente, muchos de estos símbolos antiguos solo se ven como la comidilla de un antiguo pueblo pastoral que realmente no se relaciona con nosotros hoy en día. Además se utilizaba en la pesca comercial, el hecho de reunir muchos peces, atraparlos, desechar los malos, lo que hemos comentado un poco, observar que la personalidad tenía de todo, que algo de ello podría ser útil, pero toda la basura se descarta. Hoy en día podemos ser más directos y concisos en cuanto a lo significan porque la sicología es un tema popular en la actualidad.
Las frases que se usaron hace 1,200 a 4,000 mil años a veces parecen bastante extrañas a menos que uno sea consciente de lo que hablaban estas personas y que utilizaban varios símbolos como un paralelo del estado interior del hombre, el estado condicionado del hombre. Como dijimos, hubo una larga y oscura edad del estudio porque las instituciones tenían el poder. Tenían un dominio total sobre toda la información y solo repartían lo que querían. Parece ser realmente un renacimiento de los antiguos escribas y fariseos. Todo se relaciona con el comportamiento exterior, con la forma exterior, con ser bueno. Nada se relacionaba con ser consciente porque un hombre consciente no está bajo control. Un hombre consciente es un hombre libre, y, por supuesto, una institución ve a un hombre libre como un hereje. No todo ese esfuerzo está muerto hasta este día. Sin embargo, las instituciones no tienen el poder que alguna vez tuvieron. Solo sobre unos cuantos millones en la actualidad, aún es mucho si nos detenemos a pensar al respecto.
Leeremos uno de estos pequeños paralelos para que uno pueda ver como se le hace referencia constantemente. Le da a uno la posibilidad de disponer de instrucciones continuas para que uno no tenga que depender de un Maestro o instructor o cualquier tipo de guía. Que hay material adecuado sobre uno que uno puede utilizar cuando uno entiende el significado interior de este material. Leeremos del Libro de Mateo en el Nuevo Testamento, capitulo 6, versículos 22 al 24. Dice: “La lámpara del cuerpo es el ojo”. Ojo es singular, no dice ojos. “Así que, si tu ojo es sano, todo tu cuerpo estará lleno de luz. Pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará lleno de oscuridad. Así que, si la luz que en ti hay es oscuridad, ¿Cuánta no será la misma oscuridad? Ningún hombre puede servir a dos amos; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o será fiel al uno y menospreciará al otro. No puedes servir a Dios y a mamón”.
Ahora tomemos como punto de referencia la imagen del hombre que dibujamos hace algún tiempo. Puede ser más ventajoso dibujarlo de nuevo. La sección central es la CONCIENCIA. En un tiempo la conciencia fue referida como el OJO interior o como el tercer ojo. Se consideraba que era ciego en el hombre condicionado habitual. El tercer ojo está cerrado, ciego, sin usar, contaminado, es maligno. Puede tener una piedra dentro; puede tener sal dentro. En cualquier caso, la persona no puede ver. Por lo tanto, el ojo es el factor de la conciencia que ve lo verdadero, lo que es y el valor de lo que es. O de lo contrario, ve lo que es, y cuando está contaminado, cuando está condicionado, entonces ve lo que debería ser como el ideal y eso es lo que tiene valor y no hay conexión entre los dos. Hay lucha, conflicto y resistencia para cambiar lo que es en lo que uno piensa que debería ser. En este caso, el ojo se considera oscuro o maligno y la conciencia es la única luz que existe en uno. La luz significa aquello que ve relación, aquello que comprende todas las situaciones sobre uno. Por lo tanto, “Si tu ojo es maligno, todo el cuerpo estará en la oscuridad”. Ahora tenemos la imagen del hombre que fue absorbido por los cuatro impulsos básicos duales y los seis medios de auto-superación, tres en un campo y tres en el otro y están en guerra y esto se considera maligno. La palabra “maligno” no significa, cómo generalmente se usa, “malo”, como opuesto a “bueno”. Significa algo en un estado de contaminación, que no está sirviendo el propósito para el que fue diseñado. La conciencia está diseñada para ver lo que es y ver el valor de lo que es en una escala variable. Sin embargo, aquí no está viendo; es maligna, está en la oscuridad, está ciega, está condicionada, y nuestra imagen del hombre muestra que es lo que la hace estar en la oscuridad. Es lo que Yo observo cuando está observando el ser (el yo). La luz ha sido contaminada y convertida en un “yo” en lugar de conciencia. Dice que todo el cuerpo estará lleno de oscuridad. En otras palabras, uno no es del todo consciente de la naturaleza de lo que sucede.
Hemos estado hablando de lo que sucede cuando uno tiene expectativas de que todo debe encajar en el ideal, y luego, cuando realmente surge lo que es, lo que le da a uno la oportunidad de evolucionar, uno lo ve como algo malo, uno se desilusiona, se siente herido y busca culpar. Por lo tanto, uno tiene las emociones desagradables de cólera, culpabilidad, miedo, inseguridad y todas sus numerosas subdivisiones, lo cual es un estado de estrés que se está movilizando para pelear o huir. El cuerpo está en un estado de desequilibrio químico y tensión neuromuscular. En ese momento se tiene que llevar a cabo una adaptación. Esta misma es en forma de actividad celular inusual, sensación inusual, y acción inusual de la célula. En otras palabras, un cambio o alteración en las células del tejido en sí. No sabemos que está sucediendo, culpamos a la enfermedad por haber atacado a una persona. Queremos detenerla por completo. Nunca consideramos que sea una señal, por lo tanto, la oscuridad llena todo el cuerpo.
Dice, “Si tu ojo es sano, todo tu cuerpo estará lleno de luz”, lleno de entendimiento, viendo lo que es. Esa es la imagen del hombre cuando Yo está en medio de la función de la conciencia. Tiene un cuerpo espiritual, y ese cuerpo está lleno de luz, ese cuerpo está basado en la experimentación con las ideas de la Enseñanza. Permitiendo que surjan varias experiencias, siendo plenamente consciente de que uno no puede confesar, renunciar, arrepentirse o ser bautizado por obra de la voluntad, sino que son experiencias que provienen de la observación de este ser (el yo), esta oscuridad. Yo, el observador está arrojando una luz a través de toda esa área oscura y uno está comenzando a entender el conflicto, uno está siendo limpiado de muchos conflictos. Uno está viendo lo que tiene algún valor y lo que no tiene valor alguno; ve lo que es muy perjudicial y X lo descarta. Por lo tanto, uno se está llenando de luz. El único propósito de que Yo esté observando el ser (el yo) es llenarse de luz. Es el de sanar el ciego, porque la función de la conciencia del hombre era totalmente ciega.
Dice, “Ningún hombre puede servir a dos amos; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o será fiel al uno y menospreciará al otro”. Los cuatro impulsos básicos duales son el amo cuando el hombre se encuentra en un estado condicionado, cuando no ha observado el ser (el yo) durante un largo periodo de tiempo. A medida que has mantenido registros y a medida que lo sigas haciendo, verás que existe la constante tentación, lo que hemos estado estudiado durante las últimas semanas, identificarse, aceptar o permitir que mamón esté de acuerdo con nosotros. Los cuatro impulsos básicos duales a los que se hace referencia aquí son mamón. Y, por supuesto, todos los medios de auto-superación, que son tres en el lado A y tres en el lado B, que siempre están en guerra entre sí. Esto es estar en la oscuridad y servir al amo mamón; todo lo que se relaciona con él es miseria. Es por eso que ves la enorme cantidad de enfermedades, que ves tanto conflicto, tanta violencia en el mundo.
Cuando uno sirve a mamón, uno está sirviendo al ideal de que el único propósito de vivir es no ser perturbado. Entonces uno practica la auto-superación en el ser (el yo) e intenta mejorar a otros yos que lo resienten. Luego más adelante comienza a culpar cuando las cosas no funcionan bien. Cuando culpamos siempre nos sentimos listos para la violencia porque el hecho de culpar es volver a la expectativa de que si los culpamos se disculparán, rectificarán, nos pagarán las cuentas pendientes, y comenzarán a ser diferentes y harán lo que deben hacer. Pero las demás personas tiene exactamente lo mismo dentro de ellas, por lo tanto, hay peleas, demandas, disputas, y quizás incluso guerras. Quizás sean pequeñas guerras de selva en el sudeste de Asia o Asia oriental, o quizás en el Cercano Oriente, o quizás guerras mundiales. Sea lo que sea, esto no es más que una expresión de ese estado interior del hombre que está sirviendo a mamón. Ya sean millones en un lado y millones en el otro, no importa, porque la imagen del hombre, como hemos visto, es la imagen de cualquier organización. Puede ser la imagen de un ejército, una nación. Es también la imagen de todo el mundo. La imagen del hombre es la parábola maestra de este tiempo porque muestra lo que está sucediendo, como surgió cada uno, como se formaron dos grandes naciones en ella. En los días antiguos del libro que estamos viendo ahora, El lado A se llamaba la nación gentil porque estaban luchando por salirse con la suya, defendiendo sus derechos y culpando. El lado B se llamaba la nación judía porque vivían de acuerdo con las reglas, las regulaciones, “deberás, no deberás”, comportándose de manera diferente, tratando de complacer a las personas, y creyendo y haciendo lo que les decían sus autoridades, los escribas y los fariseos.
Vemos, pues, que esta misma situación continua a través de los años. A medida que uno comienza a entender esta parábola de la imagen del hombre, a la que se le hace referencia aquí como el ojo interior, el tercer ojo, el aspecto de la compresión interior, estamos viendo que no solo está relacionado con una persona, sino con todos. Que todos la tienen hasta que uno observa ese ser (el yo) para enterarse. Entonces uno ha salido del mundo, ha entrado en el mundo de los seres vivos reales y ha salido del mundo hecho por el hombre, que es el mundo de mamón. Dice que mamón tiene a su cargo ese mundo entero. El hombre deja de servir a mamón porque ya no le interesan los cuatro impulsos básicos duales, no porque se le enseña a hacerlo, sino porque mediante una experimentación cuidadosa de observación, ve que cada acto de servir a mamón resulta en conflicto, lucha, resistencia y desintegración. Pero mamón lo seduce a uno para que luche por alcanzar una ilusión, una ilusión que no puede ser a menos que uno esté muerto porque uno va a experimentar todos los grados de sensaciones. Cuanto más consciente uno sea, más sensaciones y vibraciones en el mundo que le rodea, uno experimenta. No todas ellas se clasificarían como agradables. De hecho, uno estaría en grave peligro si uno solo experimentara las sensaciones placenteras.
Entonces, cuando uno observa esto, uno observa el ojo interior, la facultad de la comprensión, la conciencia. También se le ha llamado el alma, y hoy nos referimos a ella como la psique, que es una palabra griega que significa alma. Vemos que a medida que estudiamos la psique, que ella entonces pasa por una transformación de un área oscura a ser llenada de luz. La única forma en que puede tener esa luz es mediante la luz de la observación del ser (el yo), que es como si Yo sostuviera una linterna y arrojara luz sobre todas esas áreas oscuras que provienen del condicionamiento del cual la persona no es consciente. A medida que uno observa que sirve a mamón, ve fácilmente que el propósito de uno es ser un reportero consciente para X de lo que es y el valor de lo que es. Uno ve que las ideas que sostiene mamón son ilusiones y que perseguir esas ideas lo mantiene a uno en un constante estado de lucha, conflicto y resistencia.
¿Has pasado por el estado de tratar de tomar una decisión? El lado A da muchas razones para hacerlo de una manera y el lado B da muchas razones para hacerlo de otra manera. Uno le llama a esto, tratar de tomar una decisión. Puedes haber experimentado, al menos en algunas áreas, que cuando ves algo, lo ves de una forma tan completa, que no hay elección. Solo existe lo que es y el valor de lo que es y X actúa sobre ello. No hay lucha con la elección. No se tiene que experimentar toda la agonía de tratar de llegar a una conclusión y convencer a uno de que uno tiene libre albedrío o libre elección. Por supuesto, la idea en su totalidad de la libre elección implica que uno ya está en conflicto. Sin embargo, encontramos que la idea de la libre elección es más bien una ilusión. Que finalmente nunca llegamos a una conclusión, pero las circunstancias presionan un botón y hay una reacción y decimos: “Oh, sí, decidí hacerlo de esa manera”. Entonces, si no resulta ser no-perturbador uno dice, “No veo por qué lo hice. No sé qué me sucedió que me obligó a hacerlo”. Como puedes ver, mamón dice que neguemos la responsabilidad. La única responsabilidad que uno realmente tiene es ser consciente de lo que es y ver su valor. X hace todo el trabajo.
Uno no puede hacer nada. Uno no puede abrir este ojo, pero al ser consciente uno arroja una luz en él y todo ese cuerpo espiritual llamado conciencia en la imagen del hombre comienza a ser fuerte, claro y estar lleno de luz. Cuando el cuerpo espiritual está lleno de luz, luz significa observación consciente, conciencia consciente, sin reacción, sin condicionamiento, entonces uno ve que no hay que elegir. Uno ve tan clara y completamente lo que es y su valor relativo que la acción es espontanea, X actúa inmediatamente sobre ello. A esto se le llama vivir espontáneamente. Es un estado de existencia lleno de gozo.
Por lo tanto, te recomendamos que tomes estas palabras que acabamos de leer, los versículos 22 al 24, el sexto capítulo de Mateo, escríbelas y pon la imagen del hombre al lado. Consúltalas varias veces durante la semana para que uno sepa que es realmente el ojo interior, la comprensión, ver. Uno puede comenzar a ver si aún tiene suciedad en el ojo de uno o si está limpio. Si está limpio el cuerpo entero está lleno de luz. Si está lastimado, si no está funcionando bien debido a la suciedad del condicionamiento, él, por supuesto, no puede funcionar adecuadamente. Escribe las palabras y al lado de las mismas coloca la imagen del hombre con todo el condicionamiento en un lado. En el otro lado pon la imagen del hombre, en la que el condicionamiento se ha observado y dejado inoperante, eliminado por X.
Uno ve de una manera completamente diferente. UNO VE SI UNO ESTÁ SIRVIENDO A MAMÓN, O TENTADO A SERVIR A MAMÓN, O SI UNO ESTÁ SIRVIENDO A X, EL ESPÍRITU, LA VIDA.
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