Lección 24
Se ha dicho que toda escritura espiritual, alguna vez llamada esotérica, es decir, escrita con un significado interior, está por entero en la naturaleza de un libro sellado, un libro del que uno debe tener la clave para abrirlo. Si uno tiene la clave para abrirlo encuentra grandes riquezas en el interior. El Nuevo Testamento es uno de esos libros. Ha estado sellado por eras interminables. El Cristo se refirió a ello en un lugar y dijo que los escribas y los fariseos nos habían despojado de la clave del conocimiento, la clave que abrió el libro que en aquel entonces estaba disponible para el conocimiento. Por lo que a medida que observamos nos enteramos de que tenemos una clave.
Durante estas últimas semanas hemos estado haciendo una clave que puede abrir muchas cosas. La semana pasada vimos la clave que abrió un área determinada, lo que es La Lámpara del cuerpo, el ojo. Vimos que al poner la imagen del hombre a un lado de la misma, que teníamos una clave que abría eso. Y que hace 2000 años, por lo menos, se sabía bien que el hombre estaba en un estado condicionado, que estaba sirviendo a los cuatro impulsos básicos duales, y que no obedecía a su naturaleza. Esto se contó en una pequeña historia. Por lo tanto, no estamos viendo algo nuevo, algo inventado por el orador, ni algo inventado en el área de la sicología moderna, sino algo que es un estudio del hombre, La Ciencia Del Hombre que ha existido por encima de toda comprensión de las edades, nadie sabe desde cuándo, porque las escrituras más antiguas que podemos encontrar incluso hablan de lo mismo.
Hoy hablaremos sobre otra área de información e intentaremos utilizar nuevamente una clave para entenderla. Esta vez leeremos del capítulo 7 del mismo libro, según San Mateo, comenzando con el versículo 13: “Entrad por la puerta estrecha porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la destrucción y muchos son los que entran por ella; porque estrecha es la puerta, y cerca el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”. Ahora nos saltaremos hasta el versículo 24: “Cualquiera, pues que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente que edificó su casa sobre la roca. Descendió lluvia y vinieron ríos y soplaron vientos y golpearon contra aquella casa y no cayó, porque estaba fundada sobre la roca. Y cualquiera que me oye estas palabras, y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena. Y descendió lluvia y vinieron ríos y soplaron vientos y dieron con ímpetu contra aquella casa y cayó y fue grande su ruina”.
Ahora, obviamente, si vemos esto en términos muy literales, al hombre se le dan instrucciones sobre la construcción de casas y que las construyamos sobre una base y no sobre una duna de arena en algún lugar. Por lo tanto, en su significado literal, esto no tiene ningún valor para nosotros puesto que, con nuestra tecnología moderna, todos sabemos lo suficiente como para poner una base debajo de una casa. Al principio, dice, “Entrad por la puerta estrecha, porque ancha es la puerta y espacioso el camino que lleva a la destrucción”. Ahora, esto no suena tan bien. Podría ser como si uno dijera: “Bueno, no vayas por la autopista porque puedes morir. Busca un camino pequeño, estrecho y apartado y tómalo porque habrá menos tráfico y no te lastimarás”. Por supuesto, en la actualidad, esto no tiene mucho sentido para nosotros porque descubrimos que las autopistas, si uno presta atención, son relativamente seguras y ciertamente más deseables. Pero él no está hablando de una puerta literal y un camino literal. Un camino, como sabemos, es una carretera, El Camino Real, la carretera del Rey. Así que tal vez la carretera del Rey es el camino ancho y espacioso. Y dice que el rey del mundo, de este mundo, es mamón.
Hemos estado observando el hecho de que las cuatro ideas del mundo eran ideales, tenían valor, no lo que es. Que lo único que debemos hacer es mejorar este ser (el yo) y otros seres y así realizarían el ideal, y así tendrían el valor que hemos puesto en la ilusión llamada el ideal. Dice: “Entrad por la puerta ancha”, que es la de auto-superación por el camino del mundo, tener ideales y luchar por alcanzarlos. ¿Cuántos ideales puede haber? Esa es una ancha y espaciosa, ¿no es así? Podría comenzar de aquí y seguir porque tú tienes un ideal, yo tengo un ideal, otra persona tiene un ideal, y todos luchamos por esos diversos ideales de lo que debería ser. Por lo tanto, ese es el camino espacioso. Por supuesto, si uno toma el camino de la auto-superación uno gradualmente, completamente destruye el ser (el yo) porque uno está luchando por un ideal, con frecuencia se desilusiona, se siente herido, busca culpar, y todo lo demás de ese ciclo vicioso.
Pero dice: “Entrad por la puerta estrecha”. Ahora la puerta estrecha significa algo con precisión. Dice que el camino o la carretera está cerca. El camino y la puerta son la Enseñanza. La Enseñanza comienza de una forma muy sencilla, por una cosa sencilla; Yo me desidentificaré del ser (el yo) y observaré el ser (el yo). Esa es una puerta muy estrecha y pequeña. No da muchas formas, no le interesa la auto-superación, no le interesa ser un éxito, no le interesa ser un fracaso, o evitar el fracaso. Le interesa poner luz en el ser (el yo). La semana pasada hablamos de tener luz en ese cuerpo espiritual que estaba completamente distorsionado, repleto, y condicionado. Por lo tanto, entrar por la puerta estrecha es entrar por medio de la Enseñanza. Y el camino cerca significa que hay un paso a la vez y se le presta atención cuidadosa. Uno hace las cosas que están en el camino de la carretera. Uno no solo oye sobre ellas. En una parte posterior de esta lectura en particular, dice: “El hombre que no lo hace”. Por lo tanto, el hombre que oye la idea de la auto-observación y no actúa de acuerdo a las indicaciones, y las demás cosas que se incluyen en la auto-observación, como observar las emociones desagradables que surgen e identificarse con ellas y sentirse con derecho a hacerlo. Observar las cuentas por cobrar contra todo tipo de personas, contra todas las cosas que hace el ser (el yo) que sostienen la excelente idea de aparentar ser diferente. Que uno no trata de lograr o representar una experiencia espiritual sino que uno espera hasta que uno la experimenta. Esas son pequeñas señales a lo largo de ese camino angosto y recto. Donde dice recto, no significa que sea una línea recta, significa que está cerca dentro.
Por lo tanto, hemos asumido deliberadamente el acto del AUTO-CONOCIMIENTO, el acto de desidentificarnos de ese ser (el yo), el acto de tomar en cuenta todas las cuentas por cobrar que teníamos contra todos. Este es el camino recto. Nos pusimos deliberadamente bajo la Enseñanza para experimentar con ellos para descubrir por uno mismo. Ahora bien, en el camino ancho y espacioso uno no experimentaría con nada excepto con algunos medios de auto-superación. Uno podría experimentar con la superación de uno mismo mediante el hecho de pensar positivamente, lo que es intentar hacer que uno mismo crea algo que uno no cree, que uno no ve pero espera que ello sea una especie de fórmula mágica. Podríamos estudiar motivación; podríamos estudiar las sensaciones más, el entrenamiento de la sensibilidad; todos los medios de intentar la superación del ser (el yo). Podríamos someternos a largas sesiones de psicoanálisis, o podríamos tomar alguna forma de psicoterapia. Podríamos deshacernos de todas las reglas habituales de los juegos de la vida cotidiana y comenzar a vivir libremente, existiendo estrictamente en el lado A, convirtiéndonos en un gentil. O podríamos estar tan fastidiados de ello que podríamos pasarnos al lado B y aceptar alguna organización y comenzar a creer y hacer lo que nos dice tal organización, ser realmente buenos. O podríamos tratar de complacer a muchas personas o podríamos tratar de proyectar una imagen diferente. Podríamos vestirnos con una túnica amarilla y raparnos el cabello hasta dejar una pequeña trencilla sobre la parte superior y recitar y cantar, o podríamos sentarnos con los ojos cerrados en estados, en un ensueño y tener todo tipo de sueños, todo ¿con que propósito en mente? Para ser menos perturbados. No ser más conscientes, sino ser menos perturbados, para obtener sensaciones más placenteras.
Es posible que hayas escuchado a alguien decir que maravilloso sentimiento tuvieron cuando hicieron tal o cual cosa. Sentir, por supuesto, es sensación. Por lo que estamos luchando por alcanzar sensaciones cuando estamos en el camino ancho y espacioso. ¿A dónde nos lleva? A las desilusiones. ¿A donde nos llevan las desilusiones? El siguiente paso en el camino es sentirse herido. ¿Y luego qué sigue? Buscar algo/alguien a que/quien culpar, ¿que salió mal? ¿Qué encontramos para culpar? Posiblemente alguna otra persona, alguna circunstancia, alguna interferencia. “El teléfono sonó justo cuando estaba a punto de entrar en cierto estado. Estaba entrando en el silencio y sonó el teléfono o alguien tocó el timbre y, por supuesto, ellos tienen la culpa de que no tuviera la experiencia que quería. Una experiencia que sería sensacional, tal vez ver una visión, tener una ensoñación que es un sueño muy brillante. Tal vez teníamos la intención de la experiencia con las drogas y usamos ciertas drogas y luego la policía dijo que no podíamos tener esas drogas; por lo que arrestaron al traficante de drogas que abastecía las drogas. Esto deja a uno fuera. Uno entonces busca culpar, uno se siente maltratado, uno siente lastima de sí mismo, uno se siente disgustado y uno, por supuesto, comienza a utilizar las ideas del mundo que llevan a la destrucción.
Uno busca señales y maravillas de que uno ha logrado cierta cantidad: “Mis ventas aumentaron la semana pasada. Tengo más dinero en el banco este año que el año pasado (Ese no es el caso del orador). Tengo un automóvil nuevo. Tengo un hogar mucho más agradable. Mi esposa no se queja tanto, etc.” Todos los que buscan señales y maravillas de que los medios de auto-superación de uno han tenido éxito. Pero todos los que hemos estado en el camino de la auto-superación sabemos que tarde o temprano surge una segunda fuerza. Esto es a lo que se refiere la lectura: “Descendió lluvia y vinieron ríos y soplaron vientos”, en otras palabras una segunda fuerza, algo que era un reto decidido. Si hubiéramos construido nuestra casa, nuestra casa espiritual, el cuerpo espiritual en la arena, solamente escuchando palabras y practicando los medios de auto-superación, e incluso sin ningún conocimiento del hombre interior, sin conocimiento de todo el condicionamiento, parte de ese condicionamiento surgirá y actuará, y, por supuesto, todas las señales y maravillas que uno había valorado tanto de pronto desaparecen y la casa queda completamente arruinada.
Una vez más, ya sea uno comienza de nuevo en otro programa de auto-superación en el camino ancho y espacioso que lleva a la destrucción por la autopista del mundo o uno comienza de nuevo después de que la casa se arruina con las ideas de la Escuela y experimenta con ellas para descubrir cómo funcionan. Realmente realiza un experimento de desidentificación del ser (el yo) y comienza a observar el ser (el yo) en su totalidad en sus múltiples conflictos y luchas internas. Comienza a observar que está creando cuentas contra todas las personas a la vista. Que lo único que siempre considera es: “¿Esto me hace sentir cómodo? ¿Qué obtengo de ello? ¿Como me ayuda a superarme? ¿Como me ayuda a obtener el ideal?” A medida que uno observa esto uno puede iniciar el acto del auto-conocimiento; abandonar la puerta ancha y espaciosa y entrar por el camino angosto y recto. Comenzar a experimentar y ver lo que está sucediendo. Uno puede no experimentar exactamente lo que a uno le gusta. Puede que a uno no le guste lo que ve en este camino angosto y recto. Puede ser como conducir por un camino angosto de montaña donde hay curvas y vueltas y es un carril y un momento de falta de atención destruye el viaje por completo. Pero si uno presta atención y observa el ser (el yo), que es ese camino, continua observándolo, uno está utilizando la Enseñanza y uno comienza a valorarla porque uno se despierta y toma conciencia. El ojo de uno, O-J-O, el tercer ojo, la comprensión interior, comienza a tener luz. Uno comienza a ver el mundo interior y ese mundo interior es transformado por X cuando se le arroja la luz. Mientras está en la oscuridad, X, por supuesto, no hace nada al respecto porque no se le reporta a X. A medida que uno actúa sobre algo, uno se entera de ello.
Ahora, la Enseñanza por entero, las palabras que hemos estado considerando, las diferentes prácticas que están a nuestro alcance, ciertas personas, sin duda, solo las han llevado a cabo muy poco dispuestas. Cavaron más o menos seis pulgadas por debajo de la superficie de la tierra y dijeron: “Es lo suficientemente profundo”, y sentaron las bases allí. La casa, sin embargo, no resistirá. Resistirá un poco pero no durará mucho porque habrá tentaciones que hemos considerado. Por eso estamos pasando por varias cosas que continuamente nos dan Enseñanza que está disponible para nosotros, para recordar, que podemos leer y escuchar, que podemos comenzar a practicar las cosas de la Escuela. Encontramos que continuamente están sobre nosotros, que no es un material extraño que alguien haya inventado, sino que ha existido durante siglos y ha sido utilizado por todos los que llegaron.
En algún lugar, al hablar sobre esto, el Gran Maestro dijo: “Porque estrecha es la puerta y recto el camino que lleva a la vida”. Ves la puerta ancha y espaciosa que lleva a la destrucción, es la muerte misma. Y dijo: “Pocos son los que la hayan”. Si, son muy pocos los que la hayan, no porque no esté disponible, sino porque la clave no se reconoce por su valor y porque a veces nos entregan la clave pero jamás la utilizamos para nada. Ves, si tuvieras la clave de una caja fuerte con riquezas incalculables de diamantes, rubíes, oro y plata, y nunca la utilizaras, no tendría ningún valor para ti. La clave solo tiene valor para lo que se abre.
La Enseñanza en sí contiene muchas palabras, pero si uno la utiliza como clave, abre riquezas incalculables. Riquezas de paz, riquezas de serenidad, riquezas de comprensión completa de todo lo que está delante de modo que ya no son necesarias las decisiones para que uno atraviese por luchas. Uno ve claramente, uno tiene un cuerpo espiritual, uno tiene un marco de referencia que es eterno. No es algo que desaparezca en cada arena movediza, que hoy creemos que una ráfaga de viento hará que se supere el ser (el yo) y lo convertirá en un mago y que mañana creeremos en otra cosa y la practicaremos.
Ves, básicamente el hombre es de alguna manera como un niño cuando está condicionado. Los cuatro impulsos básicos duales y las diversas decisiones son todas fórmulas mágicas, rituales mágicos cuando fueron probados. Se suponía que el llanto era magia y realmente es un llanto mágico, ¿no es así? Observa a un bebe en algún momento. Llora y consigue lo que quiere. De tal manera que es un ritual mágico. Ser beligerante es una forma de ritual mágico. El hombre cree en la violencia, que es un ritual mágico y le dará lo que él está buscando, el ideal. El cree que complacer a las personas es un ritual mágico, por lo que reparte cumplidos, dice lo apropiado, atiende a la gente. Ellos a veces no lo notan y él se molesta. El es como un mago cuya varita no funcionará más. Dice: “¿Que salió mal?” Y luego tiene que comenzar de nuevo. Otra persona cree que creer y hacer lo que le dicen sus autoridades, decir ciertas palabras, asistir a ciertas reuniones, estar en un lugar determinado en un momento determinado, decir ciertas palabras y formulas y ciertos procedimientos ritualistas, que de alguna manera eran mágicos y lo convertirán por completo. Incluso puede creer que si lo sumergen en una tina de agua con ciertas palabras dichas sobre él que se levantará como un hombre nuevo. Pero cuando sale y experimenta un poco, sigue siendo el mismo. Puede pensar que si pasa por una larga representación ritual que ello puede provocar un cambio completo en él. Pero a menos que él vea esa representación como algo que está relacionado con su estado interior y luego actué de acuerdo con ella, solo tendrá algunas trivialidades interesantes de las que hablar y nada realmente habrá cambiado en el estado interior del hombre.
Proyectar una imagen diferente no cambia el interior. Es como un niño pequeño disfrazado de vaquero; ello lo convierte en un vaquero. Se pone un ropaje de indio y siente que es indio. Toma un palo y salta sobre él y está montando un caballo. Y, por supuesto, así es como más o menos “estoy tratando de proyectar una imagen diferente”, siendo muy educado, muy amable, muy considerado, pero ello no cambia el hombre interior, no edifica ni una sola cosa para el cuerpo espiritual. Lo único que hace es reforzar a mamón. Dice que seremos menos perturbados si damos la impresión de ser diferentes. Simplemente seremos el escriba y el fariseo. Culpar a alguien no es una fórmula mágica. Incluso no lo libera a uno de la responsabilidad de obedecer a la naturaleza de uno. Puedo culpar el día entero y lo que es, aún está allí y no he visto su valor; solo culpo porque el sistema de mamón no funcionó. Mientras esto continúe, el hombre está en camino a la destrucción. Está luchando hacia una ilusión del ideal. No ha observado la puerta estrecha. Él no ha entrado y no ha actuado respecto a nada. Es posible que él haya escuchado las palabras, escuchado cinta tras cinta, pero si no ha actuado al respecto, aún está construyendo su casa sobre la arena, y habrá una segunda fuerza y la casa será completamente destruida — él tendrá que comenzar de nuevo.
Por lo tanto, nos corresponde prestar atención. Ha existido desde hace mucho tiempo. ¿Y cuál es el propósito de prestar atención? Ser consciente. Ser consciente del ser (el yo), ser consciente del mundo en el que uno vive y ser consciente de que uno es de otro mundo, el mundo real de seres vivos. Uno vive en el mundo hecho por el hombre y el mundo hecho por el hombre es el mejor maestro de todos los tiempos si tenemos la clave del mismo. Podemos estar muy agradecidos de que somos uno de los pocos que hemos tenido la clave y de que podemos ingresar allí. Podemos estar listos para dar la clave a cualquier buscador digno. Pero uno no le da la clave de un tesoro a cualquier transeúnte. Esa persona primero debe demonstrar por una u otra cosa que realmente merecen que les den la clave.
Un poco más atrás podríamos leer en el mismo libro que, “Uno no da aquello que es sagrado a los perros y uno no arroja perlas delante de los cerdos”. Obviamente, no es necesaria para nadie la instrucción literal. No tomarías algo que consideraste sagrado y se lo darías a un perro. Ni siquiera le darías un libro, regularmente, a un perro a menos que le estuvieses enseñando a llevarlo y definitivamente no le darías un libro que valoras y ser sagrado se valora enormemente. Uno no va y arroja sus perlas delante de los cerdos. Por lo tanto, se está hablando de otra cosa, la clave, que es la clave de algo sagrado que hace que uno sea entero y completo. Es una joya. Es un tesoro. No se distribuye indiscriminadamente, como tampoco darías la clave de la casa en la que vives, con todos tus muebles, ropa, y todo lo que está allí, no le darías la llave a cualquier transeúnte. De hecho, si accidentalmente perdieras la llave, con toda probabilidad harías que cambiaran las cerraduras de tu casa.
Por lo tanto, cuando uno tiene algo sagrado, uno tiene algo valioso que se le ha confiado a uno. Uno no lo utiliza indiscriminadamente; uno no se lo da a los animales. Esta es otra forma de decir, no que los seres humanos son perros o cerdos, sino que el hombre condicionado, que mamón es un cerdo y que uno no le da cosas a las personas que están sirviendo a mamón porque ¿qué harán con ellas? Intentaran usarla como filosofía para practicar la auto-superación para tener más ideales. Por supuesto, la Enseñanza no funcionará de esa manera; está diseñada de tal manera que se protege de ese uso. Pueden obtener alguna falsificación pero no pueden usar la Enseñanza para eso. “Y luego se volverán y os despedazarán”, lo que significa que usarán todos los medios de los trucos de mamón para desanimarte, para destruirte, para decir que estas implicado en algo que es un fraude y todo tipo de cosas.
Ahora bien, si intentáramos usar la Enseñanza como un medio de auto-superación sería un fraude, ¿no es así? Pero no estamos interesados en la auto-superación. Estamos interesados en ser conscientes, tener luz interior, ver lo que es y ver el valor de lo que es. Es entonces cuando la Enseñanza tiene valor.
Si te diera una clave que fuera para un gran tesoro y te dijera que es para un granero, nunca pensarías en usarla para el tesoro. Solo la usarías para el granero y no sería de allí, así que probablemente dirías que te estaría mintiendo.
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