Lección 13
En esta lección trataremos el tema de QUE ES UN CUERPO ESPIRITUAL. En nuestra lección de la semana pasada hablamos de un cuerpo espiritual y nos referimos a él. Un cuerpo espiritual es el marco de referencia a través del cual uno experimenta. Ahora, la conciencia tiene un marco de referencia, a veces se le puede llamar memoria o se le puede llamar experimentar (vivir). Probablemente, es mejor que el cuerpo espiritual esté sano, que esté basado en experimentar. Si no está sano está basado en conceptos. Como hemos dicho, lo que uno ve como la verdad es lo que es.
Por lo tanto, vamos a tomar una hoja de papel y vamos a dibujar una línea horizontal que diga: Lo que es o, Lo que es verdad como Yo lo veo. En seguida vamos a dibujar una línea vertical en la misma hoja de papel, pero que no se intersequen, que diga: Lo que considero que tiene valor, que es bueno, que vale la pena. Ahora bien, si estas dos líneas no se intersecan no hay ninguna acción porque X produce toda acción. Si el marco de referencia, el cuerpo espiritual de uno, tiene que ver con lo que debería ser, estas dos líneas en muchos, muchos ámbitos no se intersecan. En ciertos ámbitos, obviamente, uno ve lo que es; la temperatura de la habitación es fría, sería bueno o tendría valor que fuera cálida, por lo que uno entonces le sube al termostato. Por lo tanto, las dos líneas se intersecaron. Lo que es y lo que tiene valor, es bueno, lo que vale la pena, ahora se han intersecado y en el punto de la intersección está la palabra Acción.
Por lo tanto, supongamos que en otra hoja de papel ponemos dos líneas intersecadas en forma de cruz: Lo Que Es Verdad y lo que Yo veo que vale la pena, que tiene valor o como regularmente diríamos, es bueno. Estas dos líneas se intersecan y en el punto de la intersección se lleva a cabo la Acción de X. Ahora, un cuerpo espiritual, que es el marco de referencia de uno, usa ropa. Si el cuerpo espiritual solo tiene que ver con lo que es, entonces se considera que está vestido de cuero o piel de animal o algún otro material grueso. Por lo tanto, supongamos que dibujamos una figura oblonga, algo parecido a la forma de un huevo, y sobre la misma escribimos Lo que es, y a su alrededor en el exterior ponemos algún tipo de ropa; algunas líneas onduladas representarán su ropa. Está vestido con el hecho literal real de lo que es pero no tiene un departamento en el mismo con el que valora. Esto significa simplemente el hecho, el nivel intelectual de ver lo que es. Ve algunas cosas como verdaderas y algunas como falsas. Si alguien llega y dice que hay un león afuera en tu puerta, probablemente dirías que es falso. Si alguien dijera que había un perro afuera en tu puerta, quizás aceptarías que es verdad. Pero en cualquier caso sólo existe lo que es.
En otra figura en forma similar vamos a poner, Lo que debería ser o Valores. En esta figura se pone todo lo que debería ser y en la otra lo que es verdad y están separadas. En realidad nada comienza a tener lugar porque X no opera en ello. La conciencia esta vestida de hechos y la otra figura en forma de huevo esta vestida de ideas o conceptos de lo que debería ser, y gran parte de la vestimenta de lo que es, está formada de la idea de lo que es. Tenemos muchas ideas de que algo existe sin ser conscientes de él, sin haberlo experimentado, y sin haber experimentado realmente con él. Aceptamos muchos conceptos como hechos. A fin de construir un cuerpo espiritual saludable tomaremos la cruz que hicimos donde se encuentra la Acción, las dos intersecciones, y dibujaremos una figura en forma de huevo a su alrededor. Ella representará un cuerpo espiritual nuevo. Algunas de las cosas en el interior del mismo ya se han experimentado. Como hemos dicho, vemos que la temperatura de la habitación es fría para la comodidad del cuerpo, para el bienestar, y lo vemos como lo que es y vemos que sería bueno subirle a la temperatura; por lo que ello se acepta.
En todos los asuntos cotidianos ordinarios del mundo laboral, el mundo de los negocios, ganarse la vida, existen muchos lo que es y muchas cosas se ven como buenas. Por lo tanto, podemos funcionar bastante bien en estos ámbitos. En los ámbitos de nuestras relaciones interpersonales es en lo que esto empieza a fallar. Aquí es en lo que uno tiene dificultades, en el mundo de las relaciones inter e intrapersonales. Comencemos a poner en esta figura, con la cruz en el interior de la misma, las cosas que vemos como lo que es y como buenas o que tienen valor, que valen la pena. Simplemente utilizaremos el término “bueno”. Veo lo que es y veo lo que es bueno al respecto.
Estas son todas las cosas que uno ha aprendido y se han convertido en un aspecto de la personalidad que tienen que ver con ganarse la vida, mantener la casa, mantener las cosas limpias, decoradas, mantener el césped segado, mantener los alrededores limpios y ordenados. Encontraremos que todo esto vale la pena. Sabe cómo conducir un coche cuidadosamente. Sabe escribir a máquina, digamos. Sabe cómo tocar un instrumento musical. Todas estas cosas que la personalidad ha aprendido que valdrán la pena, por lo que obviamente, se añadirán al cuerpo espiritual nuevo.
Si quisiéramos también podríamos estar al tanto de estos dos elementos que no estaban juntos, las dos figuras en forma de huevo que no tenían cruz en el interior. Uno de ellos, lo que es, como lo vemos, y está bien y es la única manera en que lo podemos ver, y el otro, lo que vemos como bueno, que tiene que ver principalmente con ideales de lo que debería ser en las relaciones interpersonales. Por lo tanto, posiblemente tenemos un cuerpo espiritual fragmentado, y uno que funciona en el mundo cotidiano, pero no en el mundo espiritual de relaciones inter e intrapersonales, que se trata de las cosas que suceden dentro de uno mismo.
En el material que está escrito sobre La Ciencia Del Hombre, en los largos, largos años de estudio, cuando el cuerpo espiritual consiste de estos dos elementos separados, se le conoce como una persona ciega. En otras palabras, no ve claramente. Puede ver lo que es, puede sentir lo que es, puede percibir lo que es, pero no puede ver que es algo bueno, independientemente de lo que suceda, que tiene valor. Por lo tanto, se considera que es ciego. Evidentemente, él produce una función inadecuada y reporta cosas inadecuadas a X o nada en absoluto, por lo que se considera incapacitado. Está paralizado; no puede funcionar. Puede ver lo que es pero jamás se levanta para hacer algo al respecto, porque no ve el valor en ello. Simplemente se sienta y se queja porque las cosas no son lo que deberían ser. Esto sucede en las relaciones interpersonales y sucede en mucha personas en su mundo laboral cotidiano. Ellos hablarán del deseo de hacer algo, pero jamás llegan a hacerlo. Lo harán mañana, en otro momento, pero mañana no parece tener más valor que hoy, por lo tanto no se hace nada. Se conoce como estar desnudo; no tiene suficientes ideas con las que trabajar. No tiene conceptos reales. Únicamente posee trapos y harapos de varias y diversas ideas trasmitidas de segunda mano respecto a lo que es y lo que tiene valor y no tiene nada propio. No ha experimentado, no ha descubierto por sí mismo, Yo, lo que realmente funciona, lo que tiene valor, no ha visto lo que es bueno, por lo que se considera que esta desnudo. Si realmente está comenzando a desear algo con lo que trabajar, se considera que está hambriento, y por supuesto, la idea es alimentar al hambriento.
Ahora, esto es en lo que estamos trabajando, ¿no es así? A fin de alimentar a un cuerpo espiritual hambriento para que tenga fuerza y pueda crecer. Estamos tratando de vestirlo, ¿no es así? Y no lo estamos vistiendo con prendas de segunda mano, con lo que dice el orador. Lo estamos vistiendo con experimentación, algo que podemos ver por mí mismo, Yo. He observado, he experimentado al respecto y veo por mí mismo. Estamos sanando un cuerpo espiritual lisiado. ¿Cómo lo estamos sanando? Facilitándole la verdad y luz. Estamos devolviéndole la vista a los ciegos puesto que uno, posiblemente, se está comenzando a esforzar para ver lo que es y el valor de lo que es, entonces uno ya no está ciego, ya no está lisiado, paralizado o desnudo. Está comenzando a tener ideas con las que experimentar, lo cual hace una vestimenta maravillosa. Está empezando a tener entendimiento, por lo que entonces tiene zapatos. Zapatos, en las diversas simbologías significa lo que uno entiende. Sabes, los pies parecen ser el fundamento de la tierra, la tierra es el cuerpo humano. Por lo tanto, empieza a ser un establecimiento de un fundamento firme, una vestimenta, con la que experimentar y trabajar. Cada vez que uno experimenta uno se ha hecho una prenda de vestir. Leemos de una prenda de vestir que se tejió en una sola pieza, sin costuras. En otras palabras, no fue parcheada con trapos y harapos, se hizo por completo de la experimentación y el descubrimiento de sí mismo.
Existen muchos que están satisfechos con su cuerpo físico separado. Están satisfechos con él porque han logrado pintarse una imagen muy hermosa que realmente no existe, una imaginaria. Por lo tanto, contemplan esta imagen imaginaria y dicen: “Ese soy yo”, cuando realmente no se parece en absoluto a ese retrato imaginario. Es como si una persona de facciones deformes encontrara un retrato hermoso y lo colgara y dijera: “Ese soy yo,” y realmente no sería así. Por lo tanto, uno con vanidad está muy complacido con el estado actual; obviamente uno no buscará desarrollar un cuerpo espiritual. Uno ni siquiera experimenta el cuerpo físico, esta tan embelesado observando el cuerpo físico y la imagen imaginaria que está pintada del ser (el yo). Por lo tanto, la vanidad interfiere en la edificación del cuerpo espiritual, porque antes de que uno se dispusiera a sanar la ceguera, sanar a los incapacitados o distorsionados o paralizados, conseguir ropa para un cuerpo desnudo, o zapatos para la condición descalza o alimentar a los hambrientos, uno debe darse cuenta de que estas condiciones existen. La vanidad siempre expresa que ellas realmente no existen. “Ya estoy en muy buen estado. Soy una persona maravillosa. Sé lo que es bueno y lo que es malo. Sé lo que está bien y lo que está mal y sé lo que debería ser y puedo ver realmente lo que es y lo que se debe hacer. Y si todo el mundo se enderezara y viera las cosas a mi manera, entonces todo sería maravilloso en este mundo”. Esto es vanidad. La vanidad es el mayor obstáculo para la edificación un cuerpo espiritual propio, porque uno está fascinado o embelesado con el cuerpo espiritual imaginario, las cualidades imaginarias, la verdad imaginaria de la que uno es consciente. Uno imagina que la verdad es un sin número de cosas, ya sea una ideología que uno ha coleccionado y con la que se ha identificado y dice que la ideología es la verdad, toda la verdad y punto. Y yo preferiría la ideología en lugar de enterarse del yo y ver realmente en qué estado se encuentra.
Ahora, durante varias semanas hemos estado observando el ser (el yo). Hemos visto que está dividido. Hemos visto que está paralizado. Hemos visto que sus ideas son de aquí y de allá, de fragmentos y pedazos, que realmente esta vestido de harapos, vestimenta significa las ideas con las que trabaja, muchas de ellas en total oposición, muchas de ellas están intentando poner un parche nuevo a una prenda vieja. Tiene todo lo imaginable. Se encuentra en un estado de pobreza. Se encuentra en un estado de enfermedad, que significa no sentir alivio. Está en un estado de conflicto. Pero a pesar de todo esto, uno puede edificar tal protección de esa imagen falsa que uno está en un estado constante de defensa, defendiendo este cuerpo espiritual viejo que está lisiado, ciego, vestido de harapos y descalzo, no tiene entendimiento. Y en éste estado uno no tiene hambre, y si uno no tiene hambre, no se puede saciar. Todo el alimento del mundo podría estar disponible, pero si uno dice: “No comeré de ello porque ya que estoy bien alimentado”, y entonces uno puede alimentarse con alimentos falsos. Uno puede estar alimentándose con Coca-Cola, barras de chocolate, papas fritas o cualquier otra comida chatarra y hay una gran cantidad de comida chatarra a nuestro alrededor. Uno puede decir: “Ya sé lo que es verdad y sé que lo que debería ser”. En ese momento uno se encuentra en un estado de vanidad y empieza a defender ese estado al tratar de probar que sus ideas son correctas, y citarán libros y citaran a las autoridades, pero no pueden citar experiencias reales. Ellos pueden citar algunos trastornos emocionales que han tenido en un momento u otro y lo han interpretado, siempre, para verse muy bien. En realidad, ellos no entendieron la visión.
Hay una vieja historia de un hombre que quería ver al Cristo. Esperaba poder hacerlo en su estado de ser condicionado actual. Por lo tanto, el ser (el yo) quería ver al Cristo. Así que después de un largo y diligente esfuerzo finalmente tuvo una visión, una visión del Cristo completamente rodeado de llamas. Por supuesto, su marco de referencia estaba viendo al Cristo en el infierno porque su marco de referencia indicaba que el infierno era un lugar de llamas, y él vio al Cristo en el infierno en su visión. Él, por supuesto, estaba muy perturbado por esta visión. Por lo que pasó de supuesta autoridad a supuesta autoridad para cuestionar lo que significaba su visión y, por supuesto, ninguna de ellas encontraba como explicar su visión, le decían que tuvo que haber sido una visión falsa. Pero para él fue la experiencia más real de su vida, porque cuando uno tiene una especie de visión emocional uno no dispone de algo más que lo distraiga de esa visión. Si uno se encuentra en una habitación y ve una mesa, hay muchas más cosas en la vista periférica. Pero en una visión o un estado de un tipo u otro, lo cual es bastante fácil de alcanzar, solo hay una cosa a la vista y por lo tanto se siente la más real de todas las cosas, porque no hay distracción alguna.
Este hombre continuó su búsqueda. Finalmente, él estaba sentado en un parque, muy abatido y sintiéndose muy miserable. Esta visión del Cristo rodeado de llamas estaba siempre fresca en su mente. Era evidente que estaba en el infierno. ¿Qué podría significar? ¿Sería posible que el Cristo fuera un maestro falso? ¿Sería posible que todo fuera una ilusión y el Cristo fuera tal como dijeron los que lo crucificaron? “Un hombre poseído por un demonio y un perjuicio para todo el pueblo”. ¿Fueron en vano toda las Enseñanzas del Cristo? Él estaba sentado, realmente dudando y luchando y empezando a dudar un poco de su visión. Estaba realmente hambriento. Cuando una persona está realmente hambrienta de ser consciente, de que no se verifiquen sus opiniones preconcebidas, sino realmente hambrienta, de querer saber realmente, algo siempre aparece para esclarecer. Un hombre se acercó, que parecía no ser más que otra persona que se sienta en los bancos del parque y el hombre le contó de su agonía, de lo que había visto. El hombre que se había acercado y se sentó, dijo: “Mire señor, una visión no es la cuestión, una visión puede ser una Enseñanza, pero no es la cuestión. Usted no vio al Cristo y no vio las llamas. Usted vio una visión y todas las visiones deben tener un significado. Y el significado es que esas llamas representan todo lo que usted tiene que pasar para quemar sus muchos conceptos erróneos, para ser purificado antes de que pueda acercarse a donde está el Cristo”.
Ves, todos pensamos que podemos acercarnos a la conciencia del Cristo en el estado en el que nos encontramos simplemente mediante la superación del ser (el yo). No nos damos cuenta de que estamos ciegos espiritualmente, que el cuerpo espiritual está ciego, lisiado, paralizado, desnudo, vestido con harapos andrajosos y que está descalzo, por lo que nunca estamos realmente hambrientos. Cuando uno está realmente hambriento uno puede comenzar a hallar. La ayuda llega de muchas partes. La Enseñanza aparece por todas partes. Por lo tanto, la Enseñanza está siempre disponible. El alimento está disponible cuando uno está realmente hambriento, espiritualmente, y entonces el cuerpo espiritual puede comenzar a crecer. Pero la vanidad dice que mi cuerpo espiritual se encuentra en muy buen estado y el orgullo la defiende: “Si pudiéramos tener más de lo de Mamón, todo sería maravilloso”. Ello significa tener un cuerpo espiritual enfermo. Por lo que el mandamiento es: SANAR A LOS ENFERMOS, ABRIR LOS OJOS DE LOS CIEGOS, LEVANTAR A LOS PARALIZADOS, VESTIR A LOS DESNUDOS, Y ALIMENTAR A LOS HAMBRIENTOS. Y cuando alguien está hambriento, el alimento está disponible. Hay alguien para abrir los ojos.
Ahora ese mandamiento es primeramente para el cuerpo espiritual del hombre. Uno siempre comienza donde se encuentra. Existe una historia de un hombre que tenía una viga en el ojo, un bloque grande de madera, y trataba de decirle a otro hombre de la pequeña mota en su ojo, y decirle que debía sacarla. Ves, el primero que sanamos de la ceguera, el primero que alimentamos, el primero que vestimos, el primero que levantamos de la parálisis o de ser un lisiado es el cuerpo espiritual dentro de uno mismo. Este cuerpo espiritual ha sido distorsionado por el condicionamiento. Ha sido maltratado. Ha sido paralizado. Se ha quedado en conflicto, un lisiado o espástico. Intenta seguir un camino y otro dice que no. Por lo que estamos vestidos con trapos y harapos y no hemos experimentado.
Por lo tanto, a partir de ahora comenzaremos a experimentar. Tenemos algo de la imagen del cuerpo espiritual, la figura oblonga que tiene la cruz en el interior, es sobre la que el gran Maestro dijo: “Toma tu cruz y sígueme”. El significado de la cruz es lo que veo como verdad y lo que veo que tiene valor de lo que veo como verdad. A medida que uno sigue con la Enseñanza verá muchos valores que no veía antes. Y la cruz se vuelve más real, más simétrica, más perfecta y más completa. Te enteras de que la mayoría de las veces lo que uno ve como verdad es una barra horizontal y lo que uno ve como bueno o que tiene valor, que vale la pena, es una barra vertical, pero no se cruzan. Por lo tanto, uno no tiene una cruz en ese momento. Todo mundo debe tener una cruz o no hay un tema central del cuerpo. Ves, la cruz es el símbolo del cuerpo humano y del ser humano en el interior, el símbolo del cuerpo espiritual, y todo lo demás debe estar unido a ese cuerpo espiritual, la cruz. El brazo vertical, lo que es bueno, tiene valor, y que vale la pena, lo que veo como un tesoro, y lo que lo cruza como lo que veo como la verdad. Una de las cosas con las que uno comienza consiste en revisar toda la Enseñanza y ver cuánto de ella uno ve como verdad, que describe lo que es. Si hemos hecho el trabajo, uno verá que gran parte de lo que describe es realmente lo que es. Si hemos hecho el trabajo, también veremos que es extremadamente valiosa, que vale la pena, y que es realmente lo bueno, la luz que ilumina todas las cosas, que elimina la oscuridad, porque la luz ahora está brillando en ese ámbito donde antes había oscuridad, el cuerpo espiritual que estaba ciego.
Seguiremos observando estas cosas durante toda esta semana. Veremos cuantas cosas vemos simplemente como lo que es, o un hecho, y luego veremos de cuantas otras maneras no vemos que es BUENO, no vemos que tiene de bueno lo que vemos como un hecho o como la verdad. Sólo cuando unimos ese hecho y lo que tiene de bueno ese hecho que hay acción y a eso se le llama VERDAD.
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